Emociones equilibradas

Muchas veces pensamos que el equilibrio en nuestras emociones es imposible de mantener en un mundo donde las polaridades, en todos los aspectos de la vida,  rondan a nuestro alrededor. Donde el simple hecho de tener que gestionarlos, a menudo nos lleva a un desequilibrio emocional que obstaculiza nuestra evolución como individuos.

Es por eso, que hoy pensaba sobre la importancia de mantener un rumbo fijo en nuestro caminar por la vida, para poder, de esta manera, estar presente y consciente de cada elección que se nos cruza en nuestro camino, de cada imprevisto que precisa solución y de cada momento que demanda nuestra atención. De esta manera, somos dueños de nuestro destino, de nuestras metas y de nuestros sueños, y solo de esta manera, mantenemos el control de nuestras emociones.

Pero os preguntareis, a que me refiero con emociones equilibradas. Serian aquellas emociones idóneas a cada situación, aquellas que ayudarían a que nuestro ser experimentara a cada momento aquello que nos ayuda a crecer y evolucionar, y mantendría lejos aquellas que nos estancan y impiden  nuestra innata necesidad de dinamismo y cambio. Toda la naturaleza es, en si, dinámica y cambiante, y nosotros, como parte de esa naturaleza, no somos diferentes.

Sería importante educar en la importancia de establecer un continuo de pequeños trayectos vitales, pequeñas ilusiones y deseos positivos en la vida de cada uno, que  ayudarian a  crear nuestro camino de vida, haciendo caso omiso a aquellos aspectos negativos que nos rodean, para centrarnos en unos sueños que, solo después de la imaginación, la atención y la acción, pueden convertirse en una realidad envuelta de  emociones equilibradas.