Donde está el tiempo?

Será  quizá, que  ahora veo las cosas de otra manera, pero es como si en mi vida el tiempo se hubiera acelerado. Miro atrás y recuerdo horas interminables y días eternos de mi niñez, que hoy se han convertido en minutos frenéticos y segundos que se esfuman vertiginosamente. Siento que debo luchar constantemente contra ese titan que llamamos tiempo, para que existan suficientes horas para hacer felices mis días. Es como si el tiempo se hubiera comprimido, como si fuera imposible llevar a cabo todas las tareas que me tengo encomendadas, si no es con el esfuerzo y la firme convicción de que soy yo la dueña de mi tiempo.

Dudo ya, si la percepción del tiempo que tenemos es real. Será, tal vez, que a estas alturas de mi vida ya no creo en nada a ciencia cierta, ya dudo de todo y nada me parece totalmente verdadero. Pero yo me pregunto, es el tiempo una dimensión objetiva o subjetiva? Yo diría que el tiempo es totalmente subjetivo, al igual que todas las dimensiones que conocemos. Pero el problema del tiempo es que, mal llevado, hipoteca tu vida.

Hoy se, que es crucial tener consciencia del tiempo desde una visión totalmente interna, no vale mirar las horas en el reloj, vale mirar desde dentro los instantes que forman esas horas, vivirlos intensamente y con el único propósito de nutrir tu vida de los máximos placeres posibles. Muchos piensan que esto es imposible, que no puedes luchar contra el tiempo, pero yo he conseguido entender que el tiempo lo marcamos nosotros, con nuestra actitud y nuestros pensamientos.

No es el tiempo lo que tiene importancia, sino en qué utilizamos el tiempo, tal vez el tiempo ahora corre muy deprisa pero si sabes fluir entre sus horas, minutos y segundos inexorables, dando valor a lo realmente valorable y poniendo en su lugar aquello limitable, puedes conseguir ganar esa lucha que nos ha tocado vivir, para aprender de ese gran maestro que llamamos tiempo.

Tal vez esté equivocada, tal vez no sepa lo que digo, pero se que mi tiempo, es MIO.